28 viernes
Morado
FERIA DE CUARESMA
MR p. 223 [235] / Lecc. I p. 751
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 85, 8. 10
No existe ningún otro dios igual a ti, porque tú eres grande y haces
maravillas; tú eres el único Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor bondadoso, que infundas tu gracia en nuestros
corazones, para que, apartándonos siempre de todo humano extravío,
podamos acoger, con tu ayuda, las inspiraciones que nos vienen de
ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Nunca llamaremos ya “dios nuestro” a las obras de nuestras manos.]
Del libro del profeta Oseas 14, 2-10
Esto dice el Señor Dios: “Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo,
pues tu maldad te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al
Señor para decirle: ‘Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro
arrepentimiento sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército, ni
volveremos a llamar «dios nuestro» a las obras de nuestras manos,
pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano’.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré aunque no
lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré para Israel
como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente
sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán; su esplendor
será como el del olivo y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las viñas,
que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada tendrá que ver
Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy
como un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos.
Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente,
que las conozca. Los mandamientos del Señor son rectos y los justos
los cumplen; los pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y caen”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 80
R. Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras nunca oídas: “He quitado la carga de tus hombros
y el pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré. R.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá,
junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia. ¡Israel,
si quisieras escucharme! R.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses extranjeros,
porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó de Egipto, tu destierro. R.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis
mandamientos! Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría
con miel silvestre”. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse, dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de
los cielos. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO
[El Señor tu Dios es el único Dios: ámalo.]
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le
preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”
Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor,
nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas
tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”.
El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices
que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo
el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo
como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: “No
estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle
más preguntas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesús, a instancias de un escriba y
citando Deuteronomio 6, 4, respondió que el mayor de
los mandamientos es el amor de Dios. Y luego –sin que
se le hubiera preguntado– Él añade una segunda cita
tomada de Levítico 19, 18, acerca del amor al prójimo:
«No hay ningún mandamiento mayor que éstos». Así,
Jesús unifica muy original y creativamente toda la Ley
en el único mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
De esta forma le restituye al amor su función originaria:
provocar el encuentro de Dios con los hombres y el
encuentro de los hombres entre sí y con Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira benignamente, Señor, los dones que te consagramos, para
que sean gratos a tus ojos y sirvan siempre para nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mc 12, 33
Amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno
mismo, vale más que todos los sacrificios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la acción de tu gracia penetre nuestras
mentes y nuestros cuerpos, para que el sacramento recibido realice
plenamente nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Mira, propicio, Señor, a tus fieles, que imploran tu misericordia,
para que, llenos de confianza en tu bondad, puedan difundir por
todas partes los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ACTIVIDAD DIOCESANA
● Cumpleaños (Yahualica, Marzo 28 de 1933)
del Emmo. Sr. Arzobispo Emérito, Cardenal D.
Juan Sandoval Íñiguez.